Historia del Crucero (2)

Bueno, aquí os traigo el segundo capítulo. Que lo disfrutéis!

HISTORIA DEL CRUCERO 2:

AMIGOS DEL SIRACUSIA Y COLONOS RENACENTISTAS.

Prosiguiendo por donde lo dejamos ayer, todavía en la Edad Antigua, los griegos presentaron navíos llamados galeras que eran muy similares a los barcos fenicios. Sin embargo, los trirremes ( barcos con tres hileras de remeros) griegos se convirtieron en barcos rápidos y eficaces en las batallas. Tenían el suelo plano y su calado escaso les daba una gran ligereza.

 Sin embargo, incluso convirtieron en una seña de la identidad y el poder griegos a las galeras, llevando a cabo gigantescas ``supergaleras´´. Mezclando características de los barcos fenicios y de los trirremes, añadiendo más remeros y aumentando el tamaño de los buques, se llevaron a cabo docenas de barcos que alcanzaban las seis filas de remeros a cada lado del barco. Su objetivo no era más que asustar al enemigo, y que eran poco maniobrables. Aunque el barco griego más grande fue el Siracusia, del que ya os hablé ayer.

 Los romanos, sin embargo, a pesar de tener una flota que fue crucial para su conquista del Mare Nostrum, no fue muy apreciada entre los romanos ya que había sido construida y diseñada griegos, egipcios y cartagineses. Además de las naves bélicas, los romanos usaron barcos para comerciar y transportar mercancías y personas (estos tampoco fueron obras romanas).

Ya en la Edad Media, son muy célebres los barcos vikingos, aunque más por sus grandes tripulantes que por los barcos en si. Los árabes tenían birremes que no distaban mucho de las embarcaciones de la antigüedad. Los barcos medievales no gozaron de mucha calidad hasta el final de la Edad Oscura.

En esos tiempos, cuando el despertar de la cultura se veía ya cerca, surgieron barcos de mayor calado que empezaron a dejar atrás las galeras, que hasta entonces aun persistían. Nombres conocidos son la Carabela, usada en las expediciones, la Nao, un barco mercante, y la Fragata, un buque de guerra.

                                           Carabela y sus partes. Fuente: www.hdwalls.xyz

Ya en el Renacimiento, los galeones se convirtieron en los principales buques de guerra. Podían alcanzar los treinta metros de eslora. Después aparecieron los navíos, más grandes y poderosos. Destaca el Santísima Trinidad, un navío español de 61 metros de largo y cuatro cubiertas de cañones.

Pero, en el siglo XVIII, empezaría a cocinarse la idea de propulsar un barco a vapor, y la revolución de la navegación comenzó...

Esto y mucho más mañana. Nos vemos!